Cadix


Este sistema se basa en un conjunto de sensores que periódicamente monitorizan el estado de la madera. Para ello comprueban que la madera se encuentre en buenas condiciones y detectan la presencia de insectos xilófagos.

La central de alarmas de insectos xilófagos tiene dos misiones fundamentales:

a) Detectar de forma no destructiva la presencia de insectos xilófagos en un inmueble, así como la localización exacta de las zonas de ataque (una pared, una viga, etc.).

b) Monitorizar las condiciones físico-químicas de la madera estructural y decorativa, y avisar si éstas son favorables para el ataque de insectos.

Esto permite anticiparse a la acción destructora de los xilófagos y aplicar medidas preventivas.

Entre los resultados intermedios del proyecto destacan la determinación de las condiciones biológicas necesarias para el desarrollo de termitas, carcoma y hongos de pudrición y el desarrollo de instrumentos y algoritmos para detectarlas. Asimismo, se han definido modelos físicoquímicos de su actividad biodegradora.

Tras la terminación del proyecto se ha mantenido contacto con 34 empresas, entre ellas estudios de arquitectos y empresas de conservación y rehabilitación de edificios, para difundir los resultados del proyecto y dar a conocer el nuevo servicio -la central de alarmas- que AIDIMA puede ofrecer.

El resultado final del proyecto es un sensor muy avanzado tecnológicamente que puede detectar insectos y hongos dentro de la madera, de manera no destructiva, así como alertar de que la madera se encuentra en unas condiciones propicias para el ataque de hongos xilófagos.